« Chaque enfant qu’on enseigne est un homme qu’on gagne…
Victor Hugo.
Luego de una visita a prisión Víctor Hugo, escritor francés, a mi parecer, espíritu visionario siempre a la vanguardia de su época, describe el rol de la educación y en particular de la sociedad en la formación de ciudadanos: “cada niño al que enseñamos, es un hombre que ganamos”. Además, argumenta que el primer crimen se comete desde la sociedad misma, el crimen de apagarle a los desdichados el deseo de volar, el crimen de no formar ciudadanos y dejarlos a la deriva en un estado cruel y moral.
Más de cien años después de su muerte, la lucha por una educación de calidad sigue vigente. Seguimos exigiendo al estado una educación que permita al hombre ser libre, con acceso al conocimiento, a la ciencia y a los valores de la cultura, tal como se determinó en el artículo 67 de la constitución política de Colombia de 1991. La responsabilidad recae en el estado. Sin embargo, el hombre combate esta lucha de la mano de los maestros.
Con ocasión de la celebración del día del maestro, quisiera enaltecer el quehacer docente, la lucha constante por construir una sociedad libre, justa y sobre todo, por permitir al alma volar con total libertad. Desde la construcción del proyecto educativo del Liceo Francés Internacional de Bogotá, luchamos por acompañar a nuestros niños en su proyecto académico, permitiéndoles soñar con la libertad, la fraternidad y la igualdad valores de los que carece nuestro país.
Un agradecimiento a Samuel cuyo talante nos enseña a diario la necesidad de luchar y hacer visibles nuestros ideales, transmitiéndole así a nuestros niños el valor del respeto y la perseverancia. Como parte de este equipo nos transmite seguridad y fortaleza a la hora de proyectarnos como institución dentro de una sociedad inflexible. En palabras de Hesse: “tienes que intentar lo imposible para lograr lo posible”.
Para Juliana, un gran reconocimiento a su elocuencia, la cual, como expresaría Mark Twain, es esencial en el discurso. Y es cierto que la reflexión interna de sus pensamientos nos ha permitido como equipo construir, debatir e incluso combatir desde la calma. Es el polo a tierra que nos da la perspectiva necesaria para este proyecto que construimos en conjunto.
Agradezco también, tener dentro de nuestro equipo a Clotilde, quien nos comparte una perspectiva de quien aprendió a tomar en serio sólo aquello digno de tomarse en serio, y de reír de lo demás. (Hesse, 1927),una perspectiva libre de no callar sus inconformidades, de levantar la mano cuando nadie más lo hace, pero sobre todo, por traer al equipo el gozo innato de la vida, por la música de su risa a diario.
Para Gina mi mayor agradecimiento ya que su amor por la labor docente y, particularmente, por las letras nos ha permitido soñar, pensarnos y construir un proyecto educativo que involucre a toda la comunidad. Gracias por soñar con nosotros y con los niños. Víctor Hugo diría que Dios puso las alas del alma en las páginas de los libros, gracias por darle a nuestros niños la oportunidad de abrirlas.
Para ti, para mí y para todo maestro que tocó nuestra alma, gracias.
Gabriela Agudelo A