Nuestro Liceo tiene una hermosa piscina climatizada con un área de 300 m2 para el servicio de los niños de maternal y elemental, duchas, baños, vistieres y oficina para el profesor encargado de las clases de natación.
Es importante la piscina porque consideramos que nadar es uno de los deportes más completos que existen. Además del gran número de músculos que interviene, el medio acuático es ideal para mantener sano el sistema cardiovascular, prácticamente a cualquier edad. En los niños, además, regula el colesterol y previene la obesidad.
Por otra parte, la natación aporta los beneficios de todos los deportes, como una mejora de la respuesta cardiovascular ante el esfuerzo. Al tratarse de una disciplina deportiva muy técnica, la natación incrementa la flexibilidad, y favorece la coordinación y la agilidad.
No debe olvidarse que la natación, como la mayoría de los deportes, favorece la socialización. Fomenta valores como el respeto e igualdad con el resto de participantes. En cuanto al desarrollo psíquico de los niños, fortalece sentimientos de la personalidad, como la confianza, estimula su seguridad e independencia en un medio diferente. Permite el conocimiento de sus límites, y el esfuerzo para superarlos, desarrolla la inteligencia, incrementa la capacidad de orientación espacio-temporal y mejora la percepción cinestésico-táctil: “siente el agua”
Fases de aprendizaje
Las tres fases fundamentales por las que pasa todo niño para aprender a nadar son las siguientes:
- Supervivencia. En este momento se enseña a los niños a familiarizarse con el agua, a respirar y, más adelante, a flotar. Cuando la confianza ya está bien afianzada, se enseña la propulsión por el medio acuático.
- Autonomía. Aquí ya trabaja con desplazamientos, saltos y juegos en el agua.
- Técnica. Se empieza a practicar la natación como disciplina deportiva. Se enseñan a los niños los diferentes estilos y modalidades de competición.