La educación en Francia se caracterizó, desde la instauración de la escolarización obligatoria en el siglo XIX, por la denominada escuela republicana francesa, laica, pública y obligatoria, que se creó como elemento fundamental de la República Francesa. Una concepción basada en la meritocracia intelectual, y un alto nivel de exigencia tanto en la selección de profesores como de alumnos. Está orientada a la formación de líderes con un alto sentido humano y democrático, muchos de ellos vinculados a la administración pública, organizaciones internacionales y al sector empresarial de cada uno de los países donde tiene injerencia.