Blog

Pintar el Mundo Para Habitarlo Como Humanos

Par Laurent Palau, Directeur du Lycée Français International de Bogotá.
https://lfib.edu.co/

En esta semana de tantas celebraciones, ocurrió un acto fundador en el liceo, muchos simbolismos convergen dentro de este suceso y me pongo la tarea de analizarlos. No paramos de celebrar desde el jueves 22 de abril con el día mundial del planeta tierra, el viernes 23 de abril con el día del idioma español y del idioma inglés en la misma fecha según la ONU homenajeando a Shakespeare y Cervantes y finalmente el día internacional de la niñez el sábado 24 de abril. Es en esta semana tan propicia que unas niñas y unos niños de 3, 4 y 5 años, liderados por sus docentes del Liceo Francés Internacional de Bogotá, me enseñaron a mis 4 décadas y más, el poderío irreprensible de la naturaleza humana.

Los docentes, después de haber solicitado un permiso que les negué, tomaron la decisión unánime de invitar a las niñas y los niños a pintar una jardinera como parte de un proyecto sobre las raíces colectivas de nuestro territorio y las mitologías prehispánicas que lo habitaron. El proyecto está sustentado, positiva y provechosamente en el crecimiento de nuestra niñez, impulsando el manejo de herramientas, desarrollando su motricidad fina, su acercamiento a la pre-escritura para la apropiación del espacio y la construcción de nuestra comunidad educativa.

Más allá de los beneficios educativos, complacido interiormente, escucho y veo a los docentes hermanados que defienden sus principios pedagógicos, valientes y solidarios exponiendo sus argumentos. Pienso que quizás aquí, en esta jardinera decorada con las raíces de nuestro territorio colombiano en pleno liceo francés cuya bandera es el plurilingüismo y pluriculturalismo, tenemos algo más profundo, más inconsciente y más fundador que el desarrollo de la competencia “sentir y expresarse a través de las artes”.

Repasé este sábado la historia y la prehistoria del arte con un amigo filosofo de la Universidad de Antioquia cuya tesis de maestría defendía la hipótesis que el arte nos hizo humanos. En nuestra conversación acordamos que desde las pinturas rupestres hasta el nacimiento de los grafitis en los años 70, el ser humano quiso transcender, marcar su entorno para apropiárselo y alejar los miedos de su condición de mortal. Les comparto las palabras de mi amigo: “Desde siempre, desde que somos humanos hemos querido representar lo más interno que existe en nuestro ser, humano o deseo, el amor y lo que nos es propio, y que aquello durará más allá de la muerte de la carne y luchara contra la finitud de nuestra corta existencia.” El arte parietal de los cavernícolas de Lascaux (France) o de los indígenas de Chiribiquete (Colombia) no está tan alejado de los muros coloridos de la Candelaria, y quizás quiero pensar que nuestra jardinera también se acerca… y nuestras niñas y nuestros niños van expresando su humanidad, trascendiendo su ambiente, acaparándoselo y habitando este mundo que ellos mismos cambiarán. Por favor sintámonos seguros de estas últimas palabras.

Reviso la obra nuestra, la historia y la justificación de su concepción, y no puedo reprimir un suspiro de satisfacción: la primera obra mural del liceo representa las raíces del mundo donde crecen las niñas y los niños, plasma una identidad, marca un territorio, edifica una historia de la cual nuestros aprendices van a desarrollar su identificación pluricultural. Al mismo tiempo nace de un acto de rebeldía, de un grupo de líderes inteligentes y comprometidos con su comunidad que decidieron desobedecer para significar y construir su mundo. Lo que tanto ha marcado la historia de Francia a través de las revueltas y revoluciones de su pueblo ocurrió acá, esta semana de fechas importantes, en nuestro liceo.

¿Habría un mejor acto fundador para una institución bicultural como la nuestra? El hecho de pintar los orígenes de nuestra civilización precolombina a partir de una decisión colectiva, responsable e innovadora, aunque en ruptura con la autoridad instituida, fue una decisión típicamente francesa en nuestro Liceo Francés Internacional de Bogotá. Hacerlo con niñas y niños que vivirán las dos culturas, construyeran otras cuantas más y deberán tomar decisiones para que cuando el orden establecido deba modificarse, ellos sean los líderes del cambio, solidarios, respetuosos, con argumentos y compromisos para su comunidad.

 

Una sola palabra para los docentes, las niñas y los niños pintores: Gracias.

Grotte de Lascaux, France, hace entre 19000 y 17000 años

Chiribiquete, Colombia, hace unos 20000 años

La Candelaria, Bogotá, “hoy”

Nuestra jardinera, La Calera, por terminar.